ESTO NO ESTA AQUI

Cosmetica venenosa


 
En 1760, Marie Gunning, una mujer de la nobleza irlandesa, quien era conocida por su belleza y su piel de porcelana se convirtió en la primera victima documentada a causa del envenenamiento por plomo. El maquillaje que usaba en su rostro estaba hecho a base de plomo.

La historia nos cuenta de muchos casos mas donde mezclar la ignorancia y la vanidad han dado resultados mortales. En la actualidad, casi todos saben que el plomo es altamente contaminante. Aunque no muchos saben que numerosos productos cosméticos lo contienen, como por ejemplo, muchos lápices labiales. En 2007, se realizo un estudio, llamado “Campaña para cosméticos seguros”, donde se concluyo que el 61% de los lápices labiales contenían trazas de plomo. En ninguno de los artículos se advertía que contenía este peligroso metal pesado.

La industria cosmética es un negocio muy rentable, se estima que en el 2010 genero ganancias mundiales por mas de 150mil millones de euros. Un número realmente grande.  En 2011, solo la marca l’oreal, reconoció ganancias por casi 25 mil millones de dólares. Es un lamentable hecho que, donde hay mucho dinero, escasea la honestidad.

La industria cosmética no es la excepción. Sucede que los productos que se lanzan al mercado prácticamente no son controlados y toda una avalancha de contaminantes químicos son vendidos a la población. Inducidos por la publicidad, cada día más, los habitantes son movidos a sentirse desconformes con su aspecto y a usar una amplia gama de artículos literalmente envenenados.

En la actualidad se estima que existen mas de 85.000 productos cosméticos, de ellos, solo el 10% ha sido estudiado.

No hace falta ser un investigador oculto para ver esto, sencillamente cualquiera puede agarrar el frasco de champú de su baño y leer sus ingredientes.  Un ejercicio apto para cualquier curioso con una computadora: copiar la lista de sustancias que tienen los cosméticos que usa diariamente, como el champu o su pasta dental, y buscar su significado en internet. Se asombraran.

Muchos organismos y personas más o menos comprometidos con su salud han ido mucho mas lejos, haciendo analizar científicamente estos componentes, los resultados han sido que además de las sustancias que figuran en sus etiquetas hay muchas otras potencialmente dañinas.

Muchísimos cosméticos están hechos a base de aceites minerales. Es decir, derivados del petróleo. son uno de los ingredientes principales de los productos para el cabello, las lociones para después del afeitado, los desodorantes, los enjuagues bucales, los aceites para bebés, las pastas de dientes, etc. Las más habituales son aceite mineral, paraffinum, paraffinum liquidum, petroleum, etc. Otro derivado del petróleo es el glicol propileno. Se trata de un líquido incoloro que forma parte de la composición de multitud de productos cosméticos... ¡y también de pinturas, detergentes para ropa, ceras para suelos y anticongelantes y líquidos de freno de los coches! De esta sustancia se pregona que ayuda a retener la humedad de la piel y que hace que ésta se perciba al tacto suave y sedosa... pero lo que no se dice es que numerosos estudios relacionan el glicol propileno con la dermatitis de contacto y con algunos trastornos del riñón o del hígado, que puede inhibir el crecimiento de las células epidérmicas e irritarlas.

En la extensa lista de productos peligrosos podemos encontrar ftalatos, solventes, conservantes, colorantes , sustancias sintéticas , aluminio, mercurio y una gran cantidad de componentes de probada peligrosidad.  

Son cada vez más los expertos que afirman que muchos cosméticos son auténticos venenos, sin importar que sean legales. La excusa mas utilizada en su defensa es que no son peligrosos ya que los tóxicos que contienen están en pequeñas cantidades pero en realidad son productos que en muchos casos se utilizan diariamente y, por tanto, la cantidad de sustancias perjudiciales que termina entrando en nuestro cuerpo es al final elevado.

Cualquier producto de la industria cosmética puede dejar de usarse ya que su falta no compromete nuestra supervivencia. Su uso en muchos casos esta promovido por la idea publicitada de un modelo de belleza artificial. Un modelo que promueve la desconformidad con nuestro verdadero aspecto y el consecuente consumo de productos innecesarios y peligrosos para la salud.

Existen muchos productos naturales que pueden remplazar los productos necesarios para la limpieza personal, como el shampu, el jabon o la pasta dentífrica. Son productos muy económicos que incluso cualquiera puede fabricar en su casa.

El daño ambiental provocado para producir las millones de toneladas de cosméticos diarios utilizados en el mundo es invaluable.

Aun cuando los responsables fundamentales de este comercio son corporaciones privadas negociando dentro de un sistema economico nefasto, el consumidor final es quien tiene la ultima decisión.

El negocio de la infelicidad


El hombre infeliz, siempre que puede, es quien mas consume, y quien mas enferma.

Todas las publicidades comerciales se basan en convencernos que necesitamos algo, desde un nuevo cepillo de dientes hasta una camioneta. Necesitan, por lo tanto, persuadirnos de que lo que tenemos es poco, feo, viejo , peligroso o inútil. Requieren que estemos desconformes con nuestras condiciones, pertenencias o nuestro aspecto. 
Quien se siente conforme no es un buen cliente.
La infelicidad es una condición necesaria para el sistema económico. Muchos economistas, teóricos fundamentales del actual modelo económico global, han escrito sobre esto, ideando teorías sobre como generar  situaciones desdichadas en la población. Por ejemplo, el economista milton friedman, quien creo la conocida doctrina del shock, implementada en muchos paises del mundo con desastrosos resultados para los mayoria de la poblacion y grandisimos beneficios para los pocos privilegiados de siempre.
La ignorancia y el miedo son dos herramientas muy poderosas cuando se trata de dominar masas. Son, quizás las mas efectivas.
 La ignorancia puede ser implementada tanto ocultando  un asunto o hecho concreto como imponiendo una creencia falsa.
El miedo se genera fácilmente generando condiciones de inseguridad física o mental. Ya sea creando situaciones como informando sobre ellas, sean verdaderas o falsas.
El fin es el descontento, en la insatisfaccion es dificil la claridad y mucho mas la tolerancia.
La desinformacion nos informa sobre nuestra propia desgracia pero no nos muestra  caminos para superarla.
En la infelicidad se cultivan los frutos  del infortunio humano, millones de seres alimentando una monstruosa maquinaria de consumo que construye carceles propias y ajenas.

capitalismo1

“Es mucho mas facil [para la sociedad actual] imaginar el fin de toda la vida en la Tierra que un mucho mas modesto cambio radical en el capitalismo” .    Salavoj Sisek .

No pasa un dia en que no me cruce con alguien desconforme. Escucho criticas y protestas sobre nuestra realidad. Lamentablemente, muy pocas de esas desconformidades cuestionan la verdadera causa del malestar.
La gran mayoria de las quejas que escucho apuntan a un responsable equivocado. Culpan a un politico, por ejemplo, que no es mas que un responsable indirecto de una maquinaria mucho mas grande. Una estructura nefasta que crea y agiganta las injusticias que vivimos diariamente: el sistema economico en que construimos nuestras vidas.
DENTRO DE UN SISTEMA INJUSTO, TODOS SUS INTEGRANTES REPRODUCEN LA INJUSTICIA.
El capitalismo es, hoy, el sistema economico en que vive la gran mayoria de los 8 mil millones de humanos que poblamos el planeta. Un sistema en el que una parte disfruta los beneficios y la inmensa mayoria paga con su sangre y su esfuerzo el bienestar ajeno. Un sistema que destruye el lugar unico de donde extrae , y malgasta, todos y cada uno de los recursos que necesita para subsistir.
Mientras no se cuestione la estructura economica que soporta nuestra existencia, de nada servira quejarnos de politicos enriquecidos y corruptos, de contaminaciones aberrantes, de robos descarados de soberanias, de ricos asquerosamente ricos y pobres indignantemente empobrecidos.

EL ORIGEN DE LA DESDICHA



por luis Iturri

 


La historia humana esta construida, entre otras cosas, por muchos errores y una larga sucesión de injusticias. Los peores defectos humanos han tenido un papel importante en el desarrollo de nuestra historia conocida. La ambición, el egoísmo, la envidia, la vanidad o la ignorancia de algunos han condenado al sufrimiento a muchos millones de seres durante muchísimos años. De tener oportunidad, muchas de esas victimas, hubieran hecho lo mismo con sus semejantes.
Entonces, nos preguntamos cual es el principal error que hemos cometido para lograr este mundo repleto de desigualdades y en progresivo deterioro. En suma, ¿Cuál es el origen de la desdicha humana?
Nuestra constante necesidad  de alimento y abrigo nos pone frente al primer desafío: procurarnos lo necesario para sobrevivir. El entorno en que nos ha tocado nacer y el grupo social que nos rodea definirán cuan dificultoso nos resultara esta tarea. La forma en que nos relacionamos unos con otros formara una compleja red que determinara las condiciones de nuestra vida. El medio material. A su vez, modificara el comportamiento de los individuos que forman el grupo.
Quienes creemos que la vida no necesariamente tiene que ser un valle de lagrimas, aceptamos que existen muchas adversidades imposibles de eludir.  Muchas otras, sin embargo, son producto de condiciones evitables provocadas exclusivamente por un mal comportamiento humano. No es fácil definir que significa “mal comportamiento” ya que existen muchas acciones humanas que perjudican directa o indirectamente a algunos y benefician a otros. Un escritor escribió: “hacer el mal es creer que se tiene el derecho de tratar a los demás sin amor”.
Quizás el defecto principal que motive un mal comportamiento sea el egoísmo. De allí, parecen derivarse otros igualmente dañinos como la avaricia y la vanidad. La ignorancia, además, se encuentra en la raíz de todos ellos. Cuando el ego domina nuestras acciones no hay lugar para el amor. Pensar solo en nuestro beneficio es una actitud que podemos comparar con un tumor, donde un grupo de células dejan de intercambiar información y elementos con sus vecinas y se enquistan perjudicando al conjunto. El ego solo quiere recibir sin compartir, y ambiciona cada vez más. Así  desarrolla su avaricia y, como vive en constante comparación, empieza a envidiar a quienes tienen lo que el anhela. El ego prefiere el poder sobre los demás que sobre si mismo.
La vanidad es, también, producto del ego. La necesidad de sentirse valorado o enaltecido por los demás es un ciclo sin fin en el que nunca se tiene lo suficiente, donde el objeto de nuestra satisfacción no depende de nosotros sino de algo que esta afuera.
La ignorancia es desconocer que los caminos del ego son como una serpiente que se muerde la cola y que nunca dan lo que prometen. Como un vaso con un agujero que, no importa cuanto ni cuan rápido se llene, siempre acabara vacío.
En nuestras sociedades “civilizadas”  el culto al ego es considerado virtuoso y promocionado como una posibilidad de bienestar. Los seres más egoístas del mundo son premiados con mas poder y son propuestos como ejemplos de éxito.
Ahora, deberíamos preguntarnos si es posible una educación donde podamos desarrollar otras virtudes y consideremos a los demás como una parte de nosotros mismos, así como también entendiéramos nuestro ambiente que no esta afuera de lo que somos. Mucho más radicalmente, podemos preguntar ¿cuando comienza el egoísmo? ¿Es aprehendido o esta incluido en nuestro mecanismo de supervivencia?  Posiblemente, gracias al ego podemos desarrollar miedo y eso nos puede salvar la vida en determinadas situaciones. Y no parece haber nada de malo en eso, pero los límites son sutiles y podemos pasar rápidamente de la cautela a la cobardía. Así como podemos pasar de conseguir lo preciso a acumular lo innecesario, perjudicando el intercambio y favoreciendo a la miseria.
El primer paso para el cambio es comprender.
Cada acto importa.

EL DECRECIMIENTO


por luis iturri

¿Que es esto?  En principio, parece un concepto negativo, contrario al crecimiento como sinónimo de progreso y transformación positiva.
 Una muy buena explicación la dio un señor llamado Ivan Ilich con lo que el llamo la lógica del caracol: en ella explica que el caracol construye su caparazón construyendo una espira  y luego otra más amplia que la anterior. Llega un punto donde se detiene y comienza a enroscarse en sentido contrario. Si en vez de volver hacia atrás continuara construyera otra vuelta al espiral esta seria , por progresión aritmética, 16 veces mas grande y el pobre no podría ya arrastrarse, razón que lo llevaría rápidamente a su extinción.
Esta sabiduría natural de este pequeño molusco no es compartida por la amplia gama de economistas de nuestro mundo, quienes propugnan al crecimiento económico como un excelente índice de calidad de vida y única dirección para las economías saludables. De hecho, uno de los indicadores clave para medir nuestro estado de bienestar es el crecimiento del consumo. El índice empleado por excelencia para medir el progreso de una economía es el PIB, que sin embargo no tiene en cuenta aspectos como el bienestar de la población ni el valor y conservación de los ecosistemas, sin hablar de asuntos mucho mas difícil de medir como la felicidad.
Empecemos por entender que el sistema económico humano es un subsistema dentro de otro sistema mucho mayor: el planeta tierra. Por si algún desprevenido aun no lo ha pensado; todos y nuestros recursos provienen de él.
En la actualidad, si todos los habitantes del mundo consumieran recursos como un norteamericano, necesitaríamos más de 5 planetas tierra para abastecernos. Es evidente, que en muchas partes del mundo sus habitantes no tienen ni siquiera lo suficiente para alimentarse, pero incluso en los países pobres, las políticas económicas y los medios de comunicación prometen modelos  similares a los países ricos.
El hecho real y palpable es que el planeta esta siendo devorado por la plaga del consumismo desenfrenado. Los recursos, a este ritmo, no serán suficientes para todos y de no modificar las reglas de este sistema, las consecuencias serán trágicas.
 El decrecimiento es una corriente de pensamiento político, económico y social que apunta a cambiar las políticas del liberalismo económico reinante y modificar nuestra forma de comprender la realidad. Cambiando los conceptos adquiridos por la propaganda mediática de forjar nuestras identidades  en base a pertenencias materiales.
El decrecimiento no significa crecer negativamente, sino hacerlo de forma coherente y conociendo los límites que nos impone la naturaleza, decrecer no es volver a las cavernas, pero si es volver a las economías locales, decrecer no es hacer fuego con piedras y alumbrarse con velas, pero sí es llevar a los niños al colegio del barrio andando o en bicicleta en lugar de llevarlos en gigantescos 4×4. Decrecer es saber que por cada puesto de trabajo precario que se crea en los grandes centros comerciales de las afueras se pierden cinco en los comercios de proximidad.
Hay que comenzar comprendiendo que el crecimiento ilimitado es un mito, un imposible dentro un planeta que no es inagotable. El desarrollo sostenible, promovido desde el poder, también es un engaño si se promete la misma forma de vida actual, ya que es inviable sostener los niveles de consumo de los países ricos.
Pero el concepto de consumo responsable no significa que en todos los casos y circunstancias haya que consumir menos, dado que un gran número de personas en el mundo necesitan consumir más, tan sólo para sobrevivir.
Así pues, el consumo responsable debe aplicarse a cada realidad social y económica, de tal forma que, en unos países este concepto deba hacer hincapié en la necesidad de consumir menos, pero, por lo general, hará falta consumir de manera diferente y más eficiente. En todos los casos será necesario redistribuir y garantizar la oportunidad de consumir lo necesario.
Para esto es fundamental reformular las leyes del mercado y salir del capitalismo, ya que este no tiene razón de ser sin el aumento de la producción y el consumo.
Junto a cambios imprescindibles en nuestra conducta individual, hay que perfilar movimientos que peleen por modificar radicalmente muchas de las reglas del juego imperantes en nuestras sociedades.
 Algo que podemos hacer:
-Promover y divulgar conceptos ocultos por los medios de comunicación, como el decrecimiento o el consumo responsable.
-Participar
-Ajustar los consumos a las necesidades reales: preguntarnos si lo que vamos a comprar lo necesitamos o no.
-Considerar el impacto ambiental, desde el punto de vista del ciclo de vida del producto que compramos, teniendo en cuenta el conjunto del proceso desde la producción, transporte, distribución, consumo y los residuos que genera al final de su vida.
-Plantear qué tipo de comercio queremos favorecer.
-Asegurar la calidad de lo que compramos, para  adquirir bienes más saludables y duraderos.
El movimiento decrecentista tiene diversos defensores en muchos países que luchan por el cambio social. Muchas voces sensatas que pelean contra la desinformación y el ocultamiento mientras la  monstruosa maquinaria publicitaria sigue incitando al consumo irresponsable y sembrando el desconformismo con nosotros mismos. Es un movimiento que, aunque no es nuevo, esta surgiendo con fuerza  alrededor del planeta.
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"Actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable."      Eduardo Galeano 








10 Estrategias de Manipulación Mediática



 

1. La estrategia de la distracción
 El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”. 

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones.
Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos. 

3. La estrategia de la gradualidad.
 Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. La estrategia de diferir.
 Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento. 

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad.
 La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”. 

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión.

 Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos… 

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.

 Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”. 

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad.

 Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

9. Reforzar la auto culpabilidad.

 Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución 

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen.

 En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.
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Aclaración importante:

La lista de 10 estrategias de manipulación aparentemente no es de Noam Chomsky, lo cual podrán ustedes comprobar accediendo al artículo publicado por un colaborador de Chomsky, el Belga Jean Bricmont en Le Grand Soire del 11 de octubre de 2010 http://www.legrandsoir.info/A-propos-des-dix-strategies-de-manipulation-de-masses-attribue-a-Noam-Chomsky.html.

Ahí, Bricmont (una fuente fiable al referirse a Chomsky) expresa claramente que al preguntarle a Chomsky sobre las 10 estrategias, Chomsky dijo que no tenía idea de quién las había publicado, pero que en definitiva, él no.

Caducidad programada


Has sospechado alguna vez que las cosas han sido fabricadas para durar cierto tiempo?

Has escuchado a alguien mayor diciendo que las cosas antes duraban mas tiempo?

Pues si, es verdad. Muchos productos de nuestra vida diaria están diseñados para tener una vida corta. ¿ porque? Sencillamente para vender más.

Esto se conoce como obsolescencia programada  o caducidad programada. Y mucha gente ha trabajado en ello simplemente para tratar que las cosas que compramos no duren demasiado.

El objetivo de la obsolescencia programada es el lucro económico inmediato. Por ello el cuidado y el respeto de aire, agua, ambiente y por ende el ser humano pasan a un segundo plano de prioridades.

Cada producto que se vuelve obsoleto implica contaminación. Es un evidente problema del actual sistema de producción y económico: no se ajusta en absoluto a la armonía y al equilibrio de la naturaleza.

La directora Cosima Dannoritzer realizo un interesante documental que revela los orígenes y el funcionamiento de la caducidad programada, se llama “comprar, tirar, comprar”.
aqui puedes ver el documental completo:

Allí muestra algunos casos emblemáticos:

             En 1924, se crea el cartel mundial denominado Phoebus integrado por las empresas Philips, Osram, y Lamparas Z; con el objetivo de producir Lámparas incandescentes de 1000 horas, que por aquel año duraban 2500 horas, intercambiando para ello patentes y fijando en 1929 multas en francos suizos para los miembros del cartel que no acaten la resolución. Para 1932 los miembros del cartel ya habían cumplido con su objetivo.
En Livermore, California, encontramos la bombilla más antigua del mundo.

Encendida sin interrupción desde 1901, está en internet 24 horas al día. De momento se han agotado ya dos webcams y la bombilla va por la tercera. Puedes verla aquí.


 



             En 1940 Dupont crea una fibra sintética revolucionaria: el nylon. Un producto muy resistente y en el que no se hacían carreras; sin embargo, debido a que no se iban a vender muchas medias Dupont da indicaciones de que los hombres de la sección de diseño volvieran a hacerlo pero con fibras más débiles y crean algo más frágil que se rompiera y así las medias no duraran tanto.

             En 2003 las baterías de la primera generación de ipods duraban alrededor de 18 meses, a lo cual la empresa respondía que los usuarios deberían comprar uno nuevo porque la misma no ofrece baterías de recambio. La abogada Elizabeth Pritzker presenta una demanda colectiva, conocida como: Westley contra Apple; en el juicio en base a documentos técnicos se descubrió que la batería había sido diseñada desde un principio para tener una vida corta; los demandantes ganan el juicio y Apple terminó creando un departamento de recambio de baterías y se extendió la garantía del producto a 2 años.

El asunto se ha vuelto mas complejo ya que hay muchas formas de volver obsoleto un objeto, como, por ejemplo, con las modas. Haciendo que un color pierda su atractivo cuando la temporada anterior era indispensable y gustaba a todos.
parece ser que una vez mas estamos siendo engañados para que seamos buenos consumidores ya que las empresas no nos advierten sobre sus politicas de caducidad.
es evidente que todo el sistema economico avala esto ya que considera el aumento del consumo como una buena señal, sin importarle sus consecuencias.
Muchas personas han logrado realizar cambios importantes con respecto a este tema y cada uno de nosotros puede hacer algo.
 En primer lugar es muy importante comprender las consecuencias de nuestros habitos de consumo ya que toda esta cadena funciona gracias a los consumidores.
 Piensa bien antes de comprar algo, que resulte barato no es una buena razon.
 Piensa si en realidad lo necesitas y cuanto tiempo durara.
 trata de reparar todo lo que puedas o darle otro uso antes de enviarlo a la basura.
Comenta este tema con los demas, informate al respecto y divulgalo para que mas gente tome conciencia.
Muchas cosas mas podemos hacer para cambiar esto, cualquier aporte puede ser util.


ESO QUE TU CREES


Eso que tú piensas.  Esa idea que tienes sobre tu realidad, ese punto de vista sobre distintos asuntos que te incumben no te son tan propios como crees.
Tus gustos y tus miedos no han sido elegidos por ti, han sido modelados en tu mente desde incluso antes de tu nacimiento.
Todo lo que incumbe tu vida ha estado determinado por el ambiente y la información que tienes a tu alrededor.
 Si hubieras nacido en Nepal, tu idioma, tu religión, tu ideología política, tu vestimenta, tu alimentación, tus gustos serian diferentes. Toda tu concepción del mundo seria distinta a la que hoy tienes. Así como también pensarías diferente si tu familia y las personas que te educaron no fueran quienes son.
Eso que tú piensas y que crees que ha sido elaborado por ti, ha sido programado en tu mente con toda la información que has recibido a lo largo de tu vida. A través de tus padres, tu escuela, tus amigos, la televisión, etc. Toda esta información, además, ha sido condicionada por tu condición social y económica. Tu realidad material ha determinado gran parte de tu vida.
Tu mente ha absorbido todas esas experiencias y ha hecho de ti una personalidad única e irrepetible. Ha sido un hecho inevitable que adquieras conocimientos y tengas algunas opiniones formadas sobre diferentes asuntos, como la religión, la política, el dinero, el sexo, etc.
Eso mismo le ha sucedido a todos tus semejantes y cada uno se ha formado diferentemente.
Te has preguntado porque, a pesar de haber experimentado vidas diferentes, tienes tantos puntos en común con otras personas. Evidentemente, perteneces a la misma especie, pero eso no te hace usar pantalones o conducir un vehículo, eso es producto de la cultura en que vives.
Nuestra sociedad esta sostenida por invisibles acuerdos de verdad, es decir, una idea sobre la que supuestamente estamos de acuerdo, como por ejemplo, en llamar silla y no de otra manera al lugar donde nos sentamos. Todo nuestro lenguaje puede funcionar siempre que haya un acuerdo sobre que significa lo que mencionamos. Esto mismo sucede con  todos los conceptos que determinan nuestro entendimiento.
En realidad, la gran mayoría de estos acuerdos de verdad  no han sido construidos por nosotros. Simplemente, hemos repetido algo que se da por verdadero sin cuestionar su veracidad.
Pongamos por ejemplo, el dinero. Nosotros aceptamos el valor que tiene porque otros piensan lo mismo. Si los demás dejaran de creer  en el valor asignado del dinero, este se convertiría solo en papel impreso.
Así, una y otra vez, desde nuestra infancia, hemos ido aceptando mentiras como verdades que han estructurado nuestro pensamiento. Muchos engaños que han servido para controlar tu existencia y para que tu mismo, controles el comportamiento de tus semejantes.
De esta manera, el  mayor mecanismo de control es sostenido por cada uno de nosotros, discriminando a quien es diferente o juzgando actitudes que nos enseñaron como impropias.
Conformamos sociedades que obligan a la adaptación a sus integrantes, pero esa adaptación no es saludable, porque nuestra sociedad tampoco lo es.
Nuestra sociedad actual esta basada en injustas desigualdades donde el sufrimiento de muchos abastece las comodidades de pocos.
Destruyendo nuestro planeta aceleradamente y desperdiciando recursos
 El sistema económico que nos gobierna no hace economía en absoluto. Solo se ocupa de mantener y fortalecer estas desigualdades. Y para ello, necesita gobernar nuestras mentes.
Inculcando ignorancia y egoísmo.
Nos han educado para aceptar hechos inaceptables y considerar normales verdaderas aberraciones.
Para resignarnos y mantener el orden establecido.
Para consumir y jamás estar satisfechos.
Para repetir mentiras ajenas
Puede que hoy te encuentres del lado privilegiado, viviendo en un lugar sin guerra, acostándote con el estomago lleno, teniendo agua con solo girar una llave, o sentado frente a tu computadora.
Puede que aun asi tampoco tengas una vida feliz.
Piensa que muchísimos males que nos aquejan son producto de nuestra forma de vida, del sistema en que vivimos sumergidos.
Piensa que todo esto puede mejorarse.
No olvides que todo esta unido en este mundo.
Y tú PUEDES cambiar algo.
Cada acto importa.

Annie Leonard

Annie Leonard portrait, photo by Lane HartwellAnnie leonard

"He dedicado gran parte de las dos últimas décadas a visitar por todo el mundo las fábricas donde se hacen nuestras cosas y los basureros donde se desechan. Después de años de ver, frecuentemente y de primera mano, los impactos ambientales, sociales y sanitarias─muchas veces ocultas─de todo lo que consumimos, he desarrollado una especie de neurosis: cuando miro un producto─una taza de café desechable, un teléfono celular, una camiseta─su ciclo de vida completo parpadea ante mis ojos.
Instintivamente, cierta parte de mi cerebro repasa imágenes de campos petroleros en la tierra de los Ogoni, de fábricas de ropa en Puerto Príncipe, fábricas en Gujarat, barcos cruzando el océano, y basureros de aquí y del extranjero. Es una neurosis fascinante de tener, pero para ser honesta, a veces ha sido solitaria. Mientras que muchos amigos y colegas trabajan en cuestiones más fotogénicas como la preservación de la selva o cuestiones más visibles como la desigualdad social, a menudo he estado sola en mi fascinación por la basura. Ya no.
Es cierto: me encanta explorar la basura, visitar basureros, y revolver los cubos de basura en nuevas ciudades. Pero para mí, la basura nunca ha sido el punto final; es una entrada a cuestiones económicas, sociales y ambientales mucho más profundas─los mismos problemas que muchos están trabajando para solucionar. A lo largo de los años, he aprendido que no podemos resolver el problema de la basura trabajando sólo sobre la basura. Tenemos que examinar las fuerzas económicas y culturales que impulsan esta masiva producción de residuos y de alguna manera hacen que parezca tolerable. Del mismo modo, no podemos resolver la crisis climática, el agotamiento de los recursos o la injusticia social hasta que observemos lo que está impulsando esos problemas. Y cuando miramos lo suficientemente profundo, vemos que muchas de las causas son las mismas.
Mientras que alguna vez me sentí como una “loca de la basura”marginada, ahora me doy cuenta que soy parte de una gran comunidad de personas, en todo el mundo, que saben en lo profundo de nuestros corazones que algo está mal.
Mirar más a fondo puede ser difícil e intimidante. Es mucho más fácil convocar para que se proteja un bosque o para que se eliminen los químicos tóxicos de los productos de consumo, que hacer preguntas duras acerca de cómo estamos tratando a los demás y al planeta.
A finales del 2007, Free Range Studios y yo hicimos una película animada, The Story of Stuff (La historia de las cosas), que buscó despertar la conversación acerca de los impactos ocultos de las cosas que consumimos. Nuestra esperanza era que The Story of Stuff inspirara a los espectadores a pensar acerca de las conexiones subyacentes entre una amplia gama de cuestiones y a pensar en grande sobre las alternativas más allá de las campañas individuales. Desde que publicamos la película online en www.storyofstuff.org, espectadores en unos 200 países y territorios han visitado el sitio más de 7,5 millones de veces. La película se ha exhibida en universidades, iglesias y reuniones comunitarias, e incluso en televisión. La respuesta me ha sorprendido de dos maneras.
The Story of Stuff film poster

WATCH THE FILM: A fun and fact-filled look at our production and consumption patterns.
VER LA PELÍCULA EN ESPAÑOL
En primer lugar, estoy inspirada y encantada por la amplitud y el volumen de la respuesta positiva. Hemos sido inundados con correos electrónicos de personas para quienes la película les resonó. Muchos han escrito para agradecernos por articular algo que sentían pero no podían expresar. Personas recién familiarizadas con estos problemas, nos dicen que la película activó su conciencia, motivándolos a reconsiderar su relación con las cosas. Y hemos escuchado a activistas de muchos años que han trabajado en un elemento de la economía de materiales durante años sin pensar mucho en el sistema más amplio.
Un día recibí correos electrónicos de un profesor de economía de la Universidad de Oxford y de un estudiante de cuarto grado de Michigan. El profesor, originario de India, explicó que, en Punjab, hay una expresión: encerrar el océano en un tazón. "The Story of Stuff", dijo, "abarca tanto que encierra el océano en un tazón". El estudiante de cuarto grado, que había visto la película en clase, dijo que The Story de Stuff era "totalmente impresionante" y llenó la página con docenas de smileys.
Hemos oído de personas que han incorporado The Story de Stuff en los programas de enseñanza, que han escrito canciones o creado espectáculos de títeres basados en ella, y que han organizado intercambios de cosas en el barrio inspirados por el nuevo deseo de tener menos cosas y más comunidad.
Mientras que alguna vez me sentí como una “loca de la basura” marginada, ahora me doy cuenta que soy parte de una gran comunidad de personas, en todo el mundo, que saben en lo profundo de nuestros corazones que algo está mal. Nuestra economía está fuera de pista. La mitad de la población mundial vive con menos de 2,50 dólares al día, incapaces de satisfacer sus necesidades básicas, mientras que un puñado de personas acumula obscenos niveles de riqueza. Nuestras industrias convierten los recursos del planeta en tierras abandonadas mientras hacen circular productos químicos tóxicos tan penetrantes que ahora están presentes en cada cuerpo, incluso en los de los recién nacidos. Y nuestra cultura nos alienta a encontrar satisfacción en el consumismo desenfrenado en lugar de la compasión y la conexión.
La avalancha de apoyo me ha demostrado que muchas personas reconocen estos problemas y desean un cambio—¡y son suficientes para hacer realidad ese cambio! No son sólo somos un puñado de nosotros en eco-zonas de vanguardia. En todo el mundo, padres, estudiantes, agricultores, activistas, líderes religiosos, escritores, ingenieros, científicos, pescadores, empresarios y muchos otros están de pie, haciendo uso de la palabra, pidiendo un nuevo tipo de economía y cultura que sirva al planeta y a sus habitantes, en lugar de sacrificar a éstos para el beneficio económico de unos pocos. Así que, a pesar de los terribles datos sobre el estado del planeta, me encuentro más llena de esperanza que nunca. No estoy sola.
No estamos solos.
Al mismo tiempo, otra respuesta me ha sorprendido. Esta es mucho más pequeña, pero compensa con maldad lo que carece en tamaño y en reflexión crítica. Desde el lanzamiento de la película, tanto ella como yo hemos sido acusados de ser anti-estadounidenses y de aterrorizar a los espectadores. Incluso me han llamado "Marx con una coleta". He recibido cartas de odio, con mensajes como "deberías mudarte a una choza de barro en Afganistán si no te gustan las cosas" y "eres una traidora por cuestionar el consumo". Incluso hay un blog discutiendo cuál es la mejor violencia física que merezco por atreverme a plantear estas cuestiones.
Every leader I admire throughout history has faced far greater threats than Fox News talk show hosts.
Estas respuestas me entristecen, no tanto por mí, sino por el lamentable estado del discurso público en este país. ¿Qué significa para nuestro país si uno debe soportar tal odio por plantear cuestiones importantes sobre el agotamiento de los recursos, los químicos tóxicos, la seguridad del trabajador, la justicia económica y el consumo excesivo? ¿Por qué no es visto como un servicio a nuestro país el hecho de señalar dónde nos hemos extraviado, donde nuestros sistemas económicos e industriales ya no sirven a la gran mayoría de las personas del país─o del planeta? ¿Por qué es tan inaceptable decir, "Podríamos hacerlo mejor"? ¿Que lo diga no es una muestra de respeto? ¿De esperanza?
Sé que podemos hacerlo mejor. Podemos diseñar y realizar nuestros productos sin estropear el medio ambiente o la salud. Podemos compartir los recursos del planeta de una forma más equitativa. Podemos reemplazar una cultura de consumismo sin control por una de admiración y agradecimiento hacia este planeta fenomenal y las personas con quienes lo compartimos.
Ahora que sé cuántas personas comparten esta visión, estoy más convencida que nunca de que podemos llevar a cabo esta transición. Y ahora que he visto de primera mano la crueldad de la resistencia, veo más claramente los obstáculos estructurales y culturales que enfrentaremos.

Un primer paso en esa dirección es progresar en una conversación racional, informada y respetuosa acerca de lo que está y no está funcionando en nuestro actual sistema económico e industrial. Hay muchas cosas que simplemente no están funcionando, sin embargo estas cuestiones siguen estando más allá de la atención de los medios de comunicación y de los funcionarios electos. Tenemos que subir el volumen en estas conversaciones y negarnos a permitir que los ataques hacia nosotros sofoquen el debate y la discrepancia.
Por lo tanto, escriban artículos y blogs, hagan preguntas en clases y en la iglesia, visiten a los funcionarios electos y planteen estas cuestiones dondequiera que vayan. Con el cambio climático tan grave como lo es, el futuro del planeta tal como lo conocemos está en juego. Ahora sería un buen momento para que la gente empiece a hablar acerca de las soluciones. El proyecto The Story of Stuff va a continuar haciendo su parte para subir el volumen en estas discusiones. Nos estamos asociando con organizaciones aliadas para producir nuevas películas y lanzar un sitio web interactivo que permita a los visitantes compartir información y adoptar medidas colectivas.
Tenemos que ser valientes, necesitamos apoyarnos el uno al otro para avanzar y necesitamos mantenernos enfocados, pensar en grande y amar con fuerzas. Y, al hacerlo, no estaremos solos.

Annie LeonardAnnie Leonard escribió este artículo para Acción por el clima, la edición de invierno de 2010 de YES! Magazine. Annie es la directora de Story of Stuff Project, con base en Berkeley, California. Su libro, basado en la película, será publicado en 2010. En diciembre de 2009, Annie Leonard y Free Range Studios lanzaron su siguiente película: The Story of Cap and Trade (La historia de Límites máximos y comercio).

el cambio

“No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia, como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis, se supera a sí mismo sin quedar “superado”.
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.”
Albert Einstein